La legendaria cadena Sharper Image entró ayer en bancarrota (snif). Extañaré con nostalgia las visitas a una de las tiendas más dignas de ser visitadas de los EEUU. Las tiendas se hicieron famosas por sus escaparates simulando vitrinas de museos. Lo que no extrañaré es comprar en la tienda, ya que creo que nunca lo hice. Sus productos eran maravillosos para mirar, pero nunca encontré nada que me atraiga lo suficiente, a diferencia de sus sucesores, como Brookstone, donde supe dejar unos cuantos billetes.
Una vez leí que el rubro más vendido en Sharper Image eran las joyas (yo hubiera pensado que los sillones que masajean). Aparentemente los hombres, luego de gastarse $1000 en un medidor de distancia a la pelota de golf, se sentían culpables y le compraban un regalo a la mujer.
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