El otro día estuve en una fiesta donde estaba Jorge Drexler. Jorge estaba con una cámara Polaroid, sacando fotos como nene chico y repartiendolas a todo el mundo. Hoy acabo de leer que Polaroid va a dejar de fabricar las famosas cámaras y películas.
Como todo lo que se termina, genera añoranzas. Un grupo de gente formó un club de fans y un sitio web: www.savepolaroid.com. De golpe se puso de moda, se convirtió en el equivalente de los discos de vinilo. Las cámaras se volvieron artículos de coleccionista, y las películas son objetos preciados.
Uno se pregunta por que justo en este momento Polaroid sale del mercado. Una posibilidad es que, como en el caso de los pintores, es la propia muerte la que induce la fama. Otro motivo puede ser que la cámara que usaba Drexler era una réplica. Made in China, of course.
Cuando tenía veinte estuve muy enganchado con la fotografía. Hice cursos, fuí a seminarios fuera del país, hasta una colectiva. Para un taller con niños, que finalmente nunca hice, armé una serie de cámaras oscuras de carton, con papel fotosensible como negativo. Unas fotos bárbaras…desenfocadas en los bordes, pero muy expresivas. La vieja fotografía, la de película de emulsión, revelado, fijado..wow. Uno cuidaba cada encuadre y enfoque, profundidad de campo…no se hacían clicks al cuete.
Y el laboratorio…la magia de ver aparecer la imagen latente en la batea de revelado es inefable. Había gente que en esa epoca experimentaba haciendo incursiones urbanas con polaroids, que luego armaba tipo puzzles. Era lo más inmediato que había, y era vanguardia!
Ahora cualquier prepúber con su camarita de quinticientosmegapixeles anda sacando fotitos por ahí, por el método de «muchos monos aporreando pianos durante millones de años pueden terminar tocando a Chopin». Y, separando trigo entre la paja, obtienen buenas fotos.
Perdió la gracia.
Tal vez la gracia haya pasado a ser saber separar la paja del trigo.
Probablemente, pero antes era mas divertido :). Ojo, también seleccionabas, pero no una entre diezmil (quizás 1/10).
Con respecto a las polaroids, mas allá del «romanticismo de marca», no le veo mucha diferencia con la experiencia-usuario de la foto digital. Click, y foto en mano. Y salvo con las profesionales, que se usaban en estudio para probar iluminacion, etc, la calidad dejaba bastante que desear.