La semana pasada, en el Punta Tech Meetup 2016, Yuval Harari hizo una exposición que nos dejó a todos con la boca abierta.
Para los que se la perdieron o no leyeron el libro, les recomiendo verlo en Ted (libro sobre el libro original) y su charla en Google (libro próximo a publicarse).
Una de las tesis de Harari es que en la revolución Industrial, los gobiernos necesitaban habitantes sanos y bien alimentados, ya que ellos eran necesarios para operar las máquinas y para poblar los ejércitos.
En la próxima revolución, la mayor parte de los seres humanos podrá ser reemplazada por máquinas y algoritmos, y por lo tanto no servirán como soldados ni como generadores de productos o servicios. El producto de la nueva generación de innovación será una serie de «upgrades» sobre nosotros mismos y sobre nuestros hijos. Como no hay incentivo para mejorar a los demás, habrá una serie de «castas» que se modificarán sólo a sí mismos para continuar siendo superiores. Un rey de la edad media era diferente a un campesino en su formación y en su riqueza, pero en el futuro la diferencia será biológica.
Harari lo plantea casi con alarma, pero desde una perspectiva de historiador que intenta entender y proyectar, no de juzgar ni hacer propuestas.
Como dijo Niels Bohr, «hacer predicciones es difícil, especialmente acerca del futuro». Pero hacer predicciones sobre el futuro lejano es bastante seguro, ya que difícilmente esté para que me refrieguen mi error (aunque la inmortalidad es uno de los temas a que se refiere Harari), así que ahí va la mía.
Tengo una visión mucho más optimista acerca de la humanidad. Imaginemos que alguien decide desarrollar un software muy útil y muy complejo. Un software que cuesta 10,000 millones de dólares desarrollar. Claramente, esa persona buscará sacarle la mayor renta posible, no? Sin embargo, Linux, cuyo desarrollo requirió un estimado de 60,000 años-hombre y que costaría 10,000 millones desarrollar de cero, es totalmente gratuito.
Linux no es un caso aislado. Jimmy Wales, fundador de Wikipedia, tiene una fortuna de apenas un millón de dólares. Puede parecer mucho, pero Wikipedia genera cerca de 250,000 millones de páginas vistas por año. Si cobrara 4 dólares el CPM (lo que cuesta un aviso medio en Facebook), Wikimedia generaría 1.000 millones de dólares al año. Sin embargo, Wales decidió que Wikimedia sea una fundación sin fines de lucro. Y ni hablar de los millones de horas que la gente dedica a escribir y editar artículos en Wikipedia, compartiendo sus valiosos conocimientos con extraños. Son sólo dos ejemplos, hay miles de ejemplos más de software libre, sitios colaborativos, etc.
El deseo de competir y superar a los demás es algo muy básico en el ser humano, pero el deseo (o necesidad) de compartir y ayudar, incluso a gente a la que nunca conoceremos, es mayor aún. Hoy eso aplica al software. Mañana será a la medicina, biología, etc.
Si el futuro está en manos del Silicon Valley (o sus equivalentes), creo que estamos a salvo.
Esperanzador !!
No sé qué es más preocupante, la predicción de Harari que si bien me parece un poco exagerada, no deja de tener una buena cuota de pienso y conocimiento que la respalda, o la ingenuidad absoluta de pensar que un futuro con Sillicon Valley a la cabeza sería la panacea.
Sí sé, me preocupa más lo último, es la ingenuidad de un preescolar en el cuerpo de un adulto con educación, mundo, experiencia… ¿cómo es posible?
¿Deseo de compartir y ayudar? Da gracia, si es mayor que la codicia, la avaricia o el egoísmo también es discución de preescolar, lo seguro es que eso nada tiene que ver con el rumbo que tome el mundo. ¿Sino como explica los últimos 2.000 años de historia o los últimos 5 nomas?