En las últimas semanas, el PIT-CNT empezó a presionar por la redistribución de la riqueza en el Uruguay. El gobierno, tras decir que no, y fiel a su estilo, empezó a decir que sí, y luego nuevamente que no. Parece que finalmente, siguiendo los pedidos sindicales, van a encarar una reforma para mejorar la distribución del ingreso.
Primer tema: Pese a lo que pueda imaginar un líder sindical, no es lo mismo riqueza que ingreso. Comparemos dos personas, los dos de 35 años: un jugador de fútbol retirado, sin mayor educación, con 1 millón de dólares en el banco pero sin trabajo; y un médico especialista, que debe 100.000 dólares que pidió prestados para armar una cliínica privada, pero gana 10.000 dólares por mes. Cual de los dos es más rico? A cual de los dos queremos gravar más fuertemente?
Algunos dirán: «no, la idea no es gravar a ninguno de los dos, sino a los ricos que heredaron grandes fortunas y viven de rentas y/o de la explotación de los asalariados». No sabemos quienes son los ricos del Uruguay, pero sí hay datos de quienes son los ricos en el mundo, y la estadística es interesante.
Según la consultora CapGemini (en un estudio conjunto con Merill Lynch que realizan anualmente), en el mundo hay 10 millones de millonarios. Para ellos, un millonario es alguien con activos invertibles, excluyendo su hogar, que exceden el millón de dólares.
De los 10 millones de millonarios que tiene el mundo, 84% ganaron sus fortunas por sí mismos, y apenas 16% la heredaron. 47% de los millonarios amasaron dinero con sus emprendimientos. 23% se volvieron millonarios de una manera muy poco convencional: trabajando. El millonario típico de EEUU es profesional, tiene un pequeño negocio,es muy cuidadoso con sus gastos y casi todo lo que gana lo reinvierte en la empresa (hay un libro dedicado al tema: «The Millionaire Next Door«).
Volviendo a Uruguay, si aplicamos los porcentajes, debería haber unos 4500 millonarios, algo más si tomamos en cuenta que Uruguay es un país mucho más rico que la media. Probablemente el numero esté por encima de los 8000. Personalmente, conozco a varios. La gran mayoría de los que conozco hizo dinero como emprendedores. Algunos heredaron (en general heredaron empresas), pero casi todos ellos trabajaron para hacer crecer a las empresas, y las mismas son irreconocibles en comparación con lo que sus padres fundaron.
Unos pocos conocidos míos se hicieron ricos en los últimos pocos años. En general es gente que tenía propiedades para renta, o un «campito» de 500 hectáreas, y se volvió millonaria con el aumento de los valores. No conozco a casi nadie que se haya hecho millonario en base a un sueldo en Uruguay.
En otras palabras, y contrario a la imagen de Rico McPato, la mayor parte de los millonarios es gente que se sigue rompiendo el lomo a diario. Muchos de ellos son los héroes que, cuando la crisis del 2002, en vez de ponerse a llorar, armaron las valijas y se fueron por el mundo a buscar mercados e inversiones.
Ser millonario puede ser el sueño dorado de mucha gente, pero está lejos de ser una panacea. Hay varios casos en Uruguay de millonarios que perdieron todo, y terminaron siendo indigentes de viejos. La matemática tampoco ayuda mucho. Con las tasas de interés actuales, es imposible obtener más de un 3.5% por encima de la inflación sin tomar mucho riesgo (y eso en papeles a 25 años). O sea que un millón de dólares termina rindiendo 2916 dólares al mes. No está mal, pero difícilmente sea una vida de lujos: equivale a un sueldo neto de $50.000 (tomando en cuenta aguinaldos, salario vacacional, etc).
En otras palabras, con su fortuna, nuestro deportista podrá darse más o menos la misma vida que un funcionario grado 16 de la IMM, pero no tendrá partidas extra por productividad, «recuperación» ni por aumento del PBI. Nuestro héroe tendrá que conseguir algún trabajo si quiere vivir la vida loca. En el Palacio Legislativo hay vacantes.
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