Grecia va camino al default, de eso ya nadie parece dudar. La pregunta que queda es si sale o no del Euro. Si queda en el Euro, está condenada a años de recesión, desempleo y tal vez hasta disturbios internos. Salir del Euro sería una catástrofe, sería como saltar al precipicio. Al menos eso es lo que dicen todos los analistas que leí. No leí a nadie que describa cómo se vería ese precipicio, tal vez saltar sea menos malo que quedarse arriba.
Tal vez el motivo por el que nadie se anima a mirar al precipicio, es que la salida de una moneda no está en los libros de economía de los países desarrollados. Por estos lares tenemos algo de experiencia, demasiada para mi gusto.
Supongamos entonces que Grecia decide el día de mañana reflotar la Dracma. Una dracma vale 0.5 euros, digamos. Grecia decide, por ley o por decreto, que a partir del 1 de octubre, todos los sueldos se convierten a dracmas. Si ganabas 5000 euros, ahora ganas 5000 dracmas. Automáticamente, las industrias exportadoras griegas se volvieron competitivas. Hasta ahí vamos más o menos bien. El déficit del gobierno también baja, ya que los costos bajan más que la recaudación, al menos pasados un par de meses.
El siguiente paso sería que todos los depósitos en los bancos griegos se conviertan a dracmas. Tenías 1000 euros en el banco, tenés 1000 dracmas. Para que el tema sea más o menos justo, deberías también meterte en los contratos privados: si pagabas 1000 euros de alquiler, ahora vas a pagar 1000 dracmas. Jurídicamente es más que dudoso, pero parece difícil escaparle al tema en la práctica.
La pregunta es qué hacer con las deudas de la gente hacia los bancos. Si convertis las deudas a dracmas, fundis a los bancos, que se fondearon en Euros en el resto de Europa, y sus deudas no se convierten. Si las deudas quedan en euros, fundis a todo el que tomó un crédito en euros, pero ahora gana dracmas (empresas e individuos). Es una situación que conocemos los que vivimos la tablita del 1982 o vimos de cerca a Argentina en el 2002. Parecería mucho más fácil convertir las deudas a dracmas: al menos contenés el problema a unas decenas de bancos, contra cientos de miles de empresas e individuos. Tomemos en cuenta que cualquiera que se funda por causa de la salida del Euro va a iniciar juicios al Estado, con grandes chances de ganarlos (aunque no tantas de cobrar).
Hasta ahí venimos siguiendo el libreto de Argentina. El tema se complica porque Europa está muy integrada, y hay cosas que no son aceptables. Por ejemplo, un problema es que no tenes plata para rescatar a los bancos que acabas de fundir, y no podes permitir que se corte la cadena de pagos. Argentina intentó el corralito, que no parece una buena idea. Grecia podría intentar conseguir dinero para refinanciar a esos bancos. Una parte puede venir de imprimir dracmas, pero una parte va a tener que ser dinero contante y sonante, posiblemente prestado por el resto de Europa.
Sigamos con el razonamiento. Varias empresas griegas se fundieron en el camino: todas las que tomaron créditos en Euros, fuera del circuito bancario del país. Por ejemplo, los importadores que compraron mercadería italiana a crédito, o las empresas que emitieron bonos en Francia. Algunas otras se van a hacer ricas de la noche a la mañana: las que tienen Euros a cobrar, pero dracmas a pagar.
Al día siguiente de la «dracmatización», los españoles deberían despertarse asustados. Si a los griegos les cambiaron sus valiosos Euros por dracmas, no me cambiarán mis Euros por pesetas? Por qué mejor no sacar mi dinero del Banco Santander, y mandarlo al Deutsche Bank? Es de esperar que se produzca una corrida en los restantes PIIGS, y ahí es donde todo este tema debería preocupar realmente a Europa. Alguien decía que la Argentina de Cavallo tenía suficiente dinero para soportar una corrida contra el peso o contra los bancos, pero no las dos. Seguramente este caso sea parecido. Y si alguien piensa que la situación de Aregntina era otra, le recuerdo que previo a la crisis, Argentina cumplía con los criterios financieros de Maastricht. Ninguno de los PIIGS los cumple hoy.
Miremos el tema desde la perspectiva de Europa, digamos de Francia. Si Grecia sale del Euro, me va a impactar doblemente: por un lado, las empresas y bancos griegos deben dinero a mis bancos y ciudadanos, y no lo van a poder pagar. Por otro lado, va a venir una corrida en España e Italia, que va a ser difícil de contener. Un tercer factor, es que el Euro va a bajar aún más, lo que va a mejorar mi perfil competitivo. Parecería que en toda la ecuación, Alemania y Francia tienen mucho para perder. Grecia va a ver un caos a corto plazo, pero se va a ver beneficiada en el mediano plazo.
Armar el Euro llevó años de planificación, ajustes graduales, etc. La eventual salida del Euro va a ser mucho más rápida. En el mejor de los casos, alguien está pensando escenarios y planificando. En el peor de los casos, van a ir improvisando sobre la marcha, empeorando las cosas, como se hizo en Argentina.
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