Uruguay tiene tolerancia cero en alcohol al conducir. Ahora hablan de tolerancia cero en exceso de velocidad y en los semáforos.
Me parece perfecto. Tan perfecto que propongo extenderlo. Agreguemos tolerancia cero en otros planos, para que todos podamos vivir mejor.
Como la caridad empieza por casa, agreguemos tolerancia cero a la corrupción, y en todos los niveles. Desde el policía de tránsito que acepta una coima hasta el Presidente. Si la cámara es suficiente para registrar un exceso de velocidad, la grabación de una cámara será suficiente para desvincular al corrupto de su cargo.
La tolerancia tiene que ser cero también en todos lo que afecta las arcas del Estado. Tolerancia cero para el empresario que evade impuestos, y tolerancia cero para el empleado que falsea una enfermedad. Tolerancia cero para los ñoquis y tolerancia cero para los profesores que dejan a sus alumnos colgados. También tolerancia cero para la negligencia que causa muertes.
Y por supuesto, tolerancia cero en el crimen. Muchas más vidas son arruinadas por delincuentes que por conductores borrachos. No veo por qué tenemos que ser tolerantes con los criminales si no lo somos con quien manejó después de comer un chocolate con licor.