Habitualmente evitamos hablar de política en este blog, pero no me puedo quedar callado tras escuchar los disparates que dijo Mujica ayer con respecto a la banca. Lo que dijo Mujica fue básicamente que los gobiernos terminan rescatando a la banca (cosa que es cierta) y que por lo tanto la banca debe ser pública (cosa que es un disparate).
Es verdad que cada tanto hay episodios de quiebres de la banca. Desde hace al menos 200 años que eso viene sucediendo en todos los países, y los gobiernos tienen que salir a intervenir. Pasó en Uruguay en el 2002 y en el 1982. Pasó en EEUU este año. Pasó en Suecia, en Japón, en China, en Argentina, en todos lados. Aún no se ha encontrado un mecanismo que balancee entre el riesgo que es deseable que los bancos tomen, y el costo que los Estados terminan asumiendo.
No es difícil evitar que los bancos quiebren: si uno pone una regulación que los restringe mucho, por ejemplo, obligándolos a mantener ratios de reservas muy altos, entonces los bancos no van a quebrar. Eso sí, tampoco le van a prestar dinero a los clientes riesgosos, que son los que los gobiernos quieren que tengan acceso al crédito: pequeñas empresas, compradores de vivienda, productores del agro, etc. Recordemos que, por más dolorosa que sea la crisis actual, el crédito fácil que hubo en el primer mundo fue el generador de gran parte del enorme crecimiento de los últimos años.
Hay un problema, sin dudas: ese balance no se ha encontrado. De ahí a decir que la solución es tener banca pública, el salto es abismal. Recordemos que en el año 2002 hubo varios bancos que quebraron: El Banco Montevideo, el Banco de Crédito y el Banco Comercial, pero también el Banco República y el Banco Hipotecario, y el agujero generado por estos fue bastante mayor que el de los primeros (no tengo los números a mano).
En los países grandes, el Banco Central actúa como prestamista de última instancia. En nuestros países, habitualmente la corrida bancaria viene acompañada de una corrida contra la moneda y en medio de una recesión, y no hay manera de que ningún gobierno pueda contra las dos. El gobierno argentino, cuando Cavallo era ministro de finanzas siguió una política que aquí imitamos a medias: si los bancos son internacionales, el prestamista de última instancia termina siendo la casa matriz. No es casualidad que en el 2002 no cayó el ABN AMRO, ni el Santander, ni el Discount, etc. De hecho, esos bancos giraron sumas astronómicas al país, y cumpliero gran parte del rol que debió haber cumplido el banco central.
La banca pública tiene un serio problema: los préstamos se hacen con criterios políticos y no de negocios, y el repago de los préstamos se exige de igual manera. Es así en Uruguay, es así en Argentina, es así en los bancos estatales que aún quedan en Francia, y es muy así en China. El precio para la sociedad es mucho mayor que lo que cuesta un rescate cada tanto, además del hecho de que los rescates igual van a ser necesarios.
la diferencia es que los politicos como Mujica hacen lo que quieren con los bancos «publicos» con total inmpunidad
Fernando Caloia el Gerente General del Banco Republica antes de asumir dijo que iba a hacer publica la lista de los grandes deudores que le hicieron un agujero de 800 millones al Banco Republica, despues que asumio el cargo puesto a dedo por Astori no hablo mas del tema
No hay nada mas corrupto y poco transparente que el Banco Republica en todos los gobiernos de los tres pelos
Mujica quiere hacer en gran escalo lo que hizo en pequena escala en los anos 60 , robar bancos y darle la plata a los amigos, es un robin hood barrigon
Trabajo en presidencia, acá todos hablamos sin saber, claro, como son de la banca pribada les conviene, pero despues que se llenan los bolsillos que pague papá estado si les va mal, entre mi hijo y el hijo del vecino metan la pata y pague yo, prefiero pagarle a mi hijo que al del vecino…
Porque la banca pruribada solo está en la buena, mientra que la estatal está siempre…
Luisa » todos» ahi hablan sin saber?
Es muy cierto lo que dice Benito respecto a los comentarios y las posteriores acciones de Fernando Caloia. Esto me da una idea: Por qué no hacemos un sitio web que recopila las afirmaciones de los políticos mientras hacen campaña y luego registra sus actos y posteriores comentarios, para ver si existen incoherencias? Me parece una medida interesante para tomar decisiones al evaluar de forma transparente las increíbles diferencias que hay entre el dicho y el hecho en la gran mayoría de los políticos. Además, serviría como un «eye opener» para la memoría cortoplacista de todos nosotros.