Bernard Madoff es la historia del sueño americano hecha realidad. Empezó trabajando como salvavidas en Long Beach. Con los pocos pesos que ahorró fue armando una empresa, que se convirtió en uno de los fondos de inversión más prestigiosos y exclusivos de Wall Street. La página web sigue leventada. Año tras año su fondo rendía más que los demás, con una estrategia de bajo riesgo. Incluso en los peores años, en los cuales todos los demás perdían dinero, Madoff daba una pequeña ganancia.
Como el éxito lleva al éxito, Madoff cada vez tenía más dinero bajo administración. Llegó a manejar unos $50b.
Excepto que era todo una farsa. Madoff reportaba ganancias que no existían. Sus auditores tampoco existían. Era todo un bluff gigantesco. Mientras la bola crecía, todo iba bien: le pagaba a unos con la plata de otros. Cuando dejó de crecer el tema explotó.
Madoff tiene hoy 70 años. Los próximos 20 los va a pasar detrás de rejas.
Tal vez sea cierto que Madoff es la esencia del sueño americano.
Excelente articulo. Donde leíste de Madoff?
Bueno, 70 años…, que le quiten lo bailado!!
estimados amigos, espero no digamos que sentimos admiración por tan tremendo estafador, que de no haber sido posible tabajar la codicia, de tantos que si fueron estafados bien merecidos lo tienen, nadie que conosca algo de economia sabe que las tasas de intereses que pagaba Madoff, eran irreales en cualquier lugar del mundo..pero bueno como dice un amigo de Argentina, que de tasas irreales conocen mucho…..los tontos y las hormigas no se acaban mas!!!!!!!!!!….ahi pueden encontrar la razon del exito de Madoff, ciento de miles de tontos que manejaban los dineros del mundo….sumamante codiciosos…nunca estuve tan contento de no tener dinero para invertir…ahh…algunos hablan de logias, de intrigas sionistas, etc.nooo….es solo estupidez humana y un gran delincuente con alto grado de inteligencia para manejar la codicia.
Buenas tardes
una muestra más del sistema capitalista, y de como se forman los personeros de waal street´, el dinero antes que la etica, se materializa el viejo aforismo, los negocios no tienen alma, definitivamente hay que replantearse el seguir nutriendo este sistema