Primero Chávez expulsó al embajador americano. Evo lo siguió sin demoras, y expulsó al suyo. Luego Chávez expulsó al embajador israelí, y Evo no tardó en hacer lo mismo.
Ahora, Chávez expulsó a una limpiadora de su casa: «Has desteñido mi camisa roja! Ahora la gente pensará que en vez de socialista, soy un activista gay! Vete, maldita pro-yanqui» le dijo, y la echó a patadas. Inmediatamente Evo hizo lo mismo con su limpiadora: «Vete maldita pro-yanqui, vuelve con Bush» le dijo a la estupefacta mujer, quien tomó sus petates y no tuvo más remedio que irse.
(Aclaro que esta es una nota humorística ficcional)
Deja una respuesta