La Gran Depresión nos regaló uno de los mejores juegos de mesa de la historia, el Monopoly. En esta recesión, unos emprendedores lanzaron el juego Crunch!, donde sos el inescrupuloso CEO de una empresa. Tu misión: ganar el máximo dinero posible, exprimir al gobierno y barrer bajo la alfombra los quilombos que armaste. Según los diseñadores, es un juego injusto, feo, sin ninguna moral ni ética, donde la ambicióon desnfrenada guía a los jugadores en cada paso.
El juego parece divertido, y la gráfica del sitio está muy buena.
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