Antes de empezar: quienes leen este blog saben que no soy de los que piensan que todo lo malo de Latinoamérica es culpa de EEUU o Europa.
Sin embargo, hay dos cosas que me enojan mucho de esos países: los subsidios agrícolas y demás políticas proteccionistas, y la actitud ante la inmigración. En ambos casos, las políticas no son deliberadas de los gobiernos, sino que responden a presiones políticas internas. Por ejemplo, yo creo que los gobiernos franceses con gusto hubieran eliminado los subsidios agrícolas, pero el lobby de los campesinos es demasiado fuerte.
Los subsidios agrícolas hacen tanto daño a los países desarrollados como a los productores. La diferencia es que para los países desarrollados la pérdida representa un porcentaje mucho mayor de su economía.
El tratamiento de los inmigrantes también me resulta un insulto, sobre todo en el caso de la relación entre España y Latinoamérica. Latinoamérica recibió cientos de miles de inmigrantes españoles cuando en España reinaba la miseria. Cuando la rueda se invirtió, nuestros habitantes no recibieron un trato recíproco.
En ambos casos, la rueda está girando nuevamente. Hace un año, la preocupación de los países europeos dejó de ser como hacer para mantener altos los precios de los alimentos, y pasó a ser cómo hacer para que estos no escaseen. Varios países, en vez de prohibir la importación de alimentos, pasaron a prohibir la exportación. Si bien esa situación aflojó un poco, con la crisis, no tengo dudas que el problema de los alimentos va a continuar. Y en el tema empleo, ahora es España quien tiene desempleo de 16%, mientras en Latinoamérica está en mínimos históricos.
Este es el momento de replantear la relación. Debemos plantear que, la próxima vez que los alimentos escaseen, daremos prioridad a quienes no aplican políticas proteccionistas que nos perjudican. O más bien al revés: si aplicás políticas proteccionistas, vas a ser el primero al que le voy a cortar cuando los productos escaseen.
Y con el tema inmigración, también es el momento de cambiar la relación, ahora que el flujo migratorio prácticamente se detuvo (temporariamente). Si un país no acepta a nuestros inmigrantes, pongamos trabas a sus personas, a sus empresas o a sus productos.
No quiero poner trabas a nadie, pero nuestra posición negociadora mejoró enormemente y eso hora de hacerla valer.
Totalmente de acuerdo. Ahora, el problema nuestro es que vemos el porvenir para dentro de 4 o 5 años y no dentro de 20 o 30, generalmente hablando. Si alguien, en realidad, quisiera en vez de hacer política hacer patria podría ser viable algo como lo que comentas. Mientras tanto, lo dudo.
En cualquier caso, tu grano de arena aporta y mucho. Hay que hacer ruido, hay que hablar, «educar» de forma razonable a los pares que tenemos cerca y no sobre el punto de vista real y sincero de las decisiones que tomamos como país, y de esta manera lo haces. Gracias. Pienso que educando es la forma en que se puede generar presión para que los líderes políticos actúen en consecuencia.