Hace un rato leí en el Economist el obituario de un Sr. llamado Tsutomu Yamaguchi, que murió en enero. Este buen señor trabajaba en la planta de Mitsubishi de Hiroshima en 1945. Cuando estaba yendo a tomar el tren para volver a su casa, vio un avión dejando caer dos objetos en paracaídas, y a los pocos segundos, la explosión. Quedó enceguecido, sordo de un oído y todo quemado, pero sobrevivió.
No me quedó claro como hizo, pero logró llegar a su casa… en Nagasaki. Increíblemente, tanto él como su familia lograron sobrevivir a la segunda bomba atómica.
Una historia increíble. Tal vez más increíble aún es que llegó a vivir hasta los 93 años de edad.
No hay caso, si no es tu hora, no es tu hora (habló Perogrullo… ¡jajajaja!)