Hay muchas cosas para elogiar de la seleccion uruguaya en este mundial: la garra bien entendida, el espiritu de equipo, la humildad, el trabajo, la rebeldia, etc, pero en este post me quiero enfocar en un tema que creo que marco la diferencia entre los equipos que llegaron a las fases finales y los que se volvieron temprano, y otra vez, hacer un paralelismo al mundo empresarial.
Creo que uno de los principales atributos de la seleccion uruguaya, fue que mas alla de soñar alto, tuvo una actitud de avanzar partido a partido, es decir, uno veia que el tecnico y los jugadores no estaban pensando en la semifinal o la final ya en la fase de grupos, ni siquiera pensando en el partido siguiente, en cada momento el foco era claro en el proximo partido, entendiendo que si se quiere llegar lejos, la mejor manera es ganando el partido que nos toca jugar ahora.
Puede parecer obvio, pero si analizan algunos de los cuadros que fracasaron, van a ver que en algunos partidos del principio, estaban mas pensando en los futuros partidos que en ese. O por ejemplo Brasil contra Holanda, en el primer tiempo Brasil lo paso por arriba, y pareceria que despues en vez de enfocarse en ese partido ya estaban pensando en el rival siguiente. Incluso le paso a Espana en el primer partido, estaba pensando en las finales y no en ganarle a suiza, pero tuvo la «suerte» de perder ese partido y cambiar de actitud a tiempo.
Ese mismo sindrome lo vi en muchos startups, estan preocupados del IPO cuando todavia no tienen producto, o en a quien le van a vender la empresa cuando todavia no facturan, olvidandose de que para llegar al IPO o vender la empresa, lo mas importante es cumplir con las metas inmediatas: tener un buen producto, comercializarlo bien, e incluso ganar plata.
No digo que no hay que soñar alto y planificar acorde, pero tomando el caso del mundial, yo puedo soñar en salir campeon, para eso se que tengo que ir pasando ciertos hitos, y tengo que planificar para cumplirlos, como ganar mi serie por ejemplo, para lo cual deberia ganar por lo menos 2 de los 3 partidos, entonces planifico como ganar el proximo partido, cuando haya pasado el primer partido, me preocupare del proximo y asi voy a ir avanzando. Si en cambio, empiezo la serie pensando en que estos partidos no son importantes, y solo estoy pensando en como ganarle a Brasil o Holanda cuando llegue a semis, lo mas probable es sea una perdida de tiempo ya que no voy a llegar.
En resumen, aplicado a las empresas:
Planifiquen para llegar lejos, pero pongan hitos cercanos sobre los que puedan actuar, y una vez cumplidos esos hitos, enfoquense en el proximo, si van cumpliendo los hitos se van a ir acercando a la meta soñada……
Think big, start little
Pablo comparto plenamente y sin duda esta es una condición que no solo se aplica para las empresas, también es valido para encarar la vida. Muchas veces se ponen como opuestos el planificar y el vivir el presente, no creo que sea así. Tener una ambición o sueños no es incompatible con vivir cada momento a pleno y disfrutarlo, siendo consientes que el sueño o los planes son solo una guía y no un fin en si mismo. Estoy preparando un «pechakucha» sobre la analogía de la celeste y un emprendimiento, destacando cuales fueron algunas de las cosas que estuvieron presentes, no solo para lograr este tipo de resultados si no por sobre todo disfrutar el proceso. Todo aporte bienvenido.
Gabriel, aporto de atrevido simplemente:
Una de las cosas que declaró Tabarez que me pareció realmente interesante (sobre todo porque no lo había visto así hasta ese entonces) es que el grupo que el comenzó a armar fue hace 4 años.
Cuando incluyó a algunos jugadores en el grupo, no eran lo que son hoy, sino que crecieron durante estos 4 años llegando a ser lo que son (el ejemplo más claro que me viene a la mente es Palito Pereira).
Creo que en ambos casos (plantel de la selección y emprendimiento) es muy importante armar un buen equipo, centrándose no sólo en las capacidades actuales sino en el potencial que tengan así como en la calidad humana que posean para formar parte de un buen equipo.
Si armás un grupo de gente excelente en el aspecto técnico (sea jugando o trabajando) pero no en el lado humano y de relacionamiento, te quedás con un grupo de gente y nunca con un equipo.