Hoy leí un artículo interesante en el Economist sobre qué pasa con las propiedades digitales de una persona que muere. Hay algunas preguntas que son muy interesantes. Por ejemplo la política de Apple es que, al recibir un comunicado sobre una defunción, todo el contenido de iCloud se borra.
En el caso de Gmail, los herederos pueden recibir acceso a la cuenta de Gmail, pero es un proceso largo, y Google no garantiza que vaya a permitir el acceso. Imagino que el tema puede dar para discusiones y litigios. No todo el mundo querría que su cónyuge o hijos accedan a su historial de correo (aclaro que yo sí quiero que tengan acceso).
En la medida que más y más datos van a la nube, y que los nativos digitales nos vamos poniendo viejos se van poniendo grandes, este tema puede dar para discusiones interesantes.
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