El gobierno de Chávez trata de reescribir las reglas de la economía, con algunas reglas que son directamente estúpidas. Perl hay una que se lleva todos los premios: La Ley para la Regularización y Control de los Arrendamientos de Vivienda. No tiene desperdicio. Ni siquiera Cuba se anima a ir tan lejos. Algunos de los puntos interesantes de la ley:
- Los precios del arrendamiento los fija el gobierno. de modo que de una rentabilidad anual de entre el 3% y el 5%, sobre el valor «justo» de la propiedad (y no sobre un valor que incluya costos excesivos o lucros)
- Todos los contratos son a tres copias, una para cada parte y una para el gobierno
- La comisión de inmobiliaria se paga 100% por parte del propietario
- Los costos de reparación son todos del propietario
- Sólo se puede alquilar en Bolívares. Los contratos en dólares se pasan a bolívares (al cambio oficial de 4.20, no al real de 14)
- Las viviendas desocupadas pagan una multa, de modo de incentivar que todo el mundo arriende
- El único motivo de desalojo es la falta de pago de 4 meses, o la necesidad demostrada del propietario o familiares con hasta 2 grados de consanguineidad de ocupar la vivienda
- Las empresas constructoras tienen la obligación de destinar un porcentaje de las viviendas construidas al arrendamiento
Y para finalizar, la joyita: Al cabo de 10 años de alquiler, el propietario tiene la obligación de ofrecer vender la vivienda, al valor fijado por el gobierno.
La meta de la ley es
«… un sistema integrado dirigido a enfrentar la crisis de vivienda que ha afectado a nuestro pueblo como consecuencia del modelo capitalista explotador y excluyente; con el fin supremo de proteger el valor social de la vivienda como derecho humano y la garantía plena de este derecho a toda la población; contrarrestando la mercantilización y la especulación económica con la vivienda, que la convierte en un medio de explotación y opresión del ser humano por el ser humano; y promoviendo relaciones arrendaticias justas conforme a los principios del Estado democrático y social…»
Cualquier economista les va a decir que el resultado va a ser precisamente el contrario del que se quiere lograr: nadie en su sano juicio va a alquilar una casa. Cuando se agrave el tema, si es que el gobierno chavista sigue, la culpa será de los capitalistas, sin duda.
Así que la gente dejaría de alquilar y utilizaría sus propiedades para si mismo, sus familiares… y el mercado negro.
Estimados, soy madre soltera y tengo un precioso trabajo, no sé a qué organismo no he ido ya y sigo sin poder alquilar, les propongo mirar la viga en nuestro ojo y escribir algo así como «200 tips para alquilar en Uruguay sin prostituirse»
Guiliana,
No me es fácil responderte, porque en temas de economía es difícil mantener los temas globales separados de los dramas personales de cada uno, y no quiero disminuir el tuyo ni ofenderte.
En cuanto a los 200 tips, no los tengo. Ni siquiera tengo 2. Lo lamento. Lo único que te puedo decir es que la solución no pasa por organismos. Nadie lo va a resolver por vos.
El post es sobre políticas económicas. Las políticas de Venezuela son erradas. Las políticas de Uruguay son acertadas: incentivar la construcción de viviendas, sobre todo viviendas de interés social, dar facilidades para la compra, y garantías para facilitar el alquiler.
Las madres solteras en Venezuela, en 4 o 5 años, van a estar en una situación mucho peor que la de hoy. Las de Uruguay, van a estar mejor. Y es importante que el público uruguayo lo entienda.
Aca habia algo parecido, el rave, no los sacabas nunca mas y pagaban 3 pesos de alquiler, y con gobiernos no de izquierda… y con la izquierda en el poder hace 7 años no se les ocurre nada parecido…..
Invertir en ladrillos en Venezuela parece que deja de ser una opción, among many others
Es una pena no tener por lo menos 2 tips para darle a Giuliana. Lo que sí puedo decirte es que los especialistas no aconsejan incentivar la construcción de viviendas o por lo menos no del modo en que sea hacía, es decir el BHU dándole cantidades absurdas de dinero a empresas constructoras privadas para que hicieran viviendas de pésima calidad. Además la cantidad de gente que vive en asentamientos DEMUESTRA que la política en Uruguay ha sido la equivocada, salvo para los propietarios de empresas constructoras, claro.