Hace unos días RunKeeper me invitó a participar de un desafío conjunto con DietBet. El desafío es para bajar de peso un 4% en 4 semanas, y funciona así: cada uno pone USD 30 en un pozo. Al cabo de las cuarto semanas, el pozo se reparte entre todos los que lograron la meta.
Mi mente podrida criolla me lleva enseguida a pensar en las trampas. Cómo saben cuánto realmente bajé? DietBet te pide fotos de la balanza, antes y después, pero para quienes supimos poner el pie en las balanzas del aeropuerto de antaño, eso no es un desafío, y menos aún cuando puedo empezar pesándome con piedras en el bolsillo.
De todos modos, el concepto parece interesante. Ellos dicen que 90% de los que partcicipan en el desafío logran la meta, con lo cual el juego se trata más de tratar de no perder que de ganar (en el mejor de los casos voy a ganar 3 o 4 dólares, no da para hacer mucha trampa).
El desafío se enmarca en una tendencia más generalizada. Varias apps hacen participar al entorno social para metas de bien (Greentizen es un paso en esa dirección, pero para metas ecológicas). Un alto porcentaje de los que hacen dieta en un entorno social (inclusive online, y mismo cuando el círculo son desconocidos) logra la meta. Aparentemente nos es más fácil engañarnos a nosotros mismos que a los demás, aunque a los demás les importe un bledo.
En cuanto a DietBet, en esta ocasión no entro ni loco: ningún judío tiene muchas chances de bajar de peso en las próximas 4 semanas, con las fiestas que se vienen. Es decir, sin darle un gran disgusto a la Yidishe Mame.
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