Leopoldo Lopez fue condenado en Venezuela a casi 14 años de cárcel. Su delito: López cometió los delitos de daños e incendio, instigación pública y asociación para delinquir. La fiscalía también lo acusó de instigar con su mensaje subliminal. La condena se basa en expertos que analizaron el discurso, pero el video de los hechos no fue aceptado como prueba.
A esta altura no queda duda posible: En Venezuela no hay democracia. Es nuestra responsabilidad como uruguayos solidarizarnos con el pueblo venezolano, y condenar enfáticamente la situación en Venezuela.
Y no me digan que no podemos hacerlo porque somos un país pequeño y pobre, donde que lo económico prima sobre la ideología. Eso ya quedó demostrado con la discusión sobre el TISA: En Uruguay la ideología es lo primero.
El gobierno Venezolano es un desastre, Maduro, la corrupción, el autoritarismo y totalitarismo por el que están transitando. Pero la discusión de si, ¿hay democracia o no hay democracia? es digna de programas como «Esta boca es mía» no de personas supuestamente educadas, supuestamente racionales, supuestamente inteligentes.
El documental «Hacking democracy» de HBO muestra como en EEUU «no hay democracia», para los obsesivos de esa pregunta. Y HBO no es una cadena «bolivariana», ja. Lo raro es que los mismos que se hacen la pregunta de si hay democracia o no en Venezuela, no se la hacen sobre otros países, EEUU, Rusia, Italia, China, Indonesia. ¿En un país que en pleno 2015 tiene campos de concentración a los que se envían a cientos o miles de personas, sin ley ni juicio ninguno, y se les aplican las peores torturas, como Guantánamo, hay democracia?
En lo que sí estoy de acuerdo es que en Uruguay con el asunto del TISA quedó demostrado que la idelogía es lo primero. A todas las personas que defendían el TISA a capa y espada, que decían que era un tren que no se podía perder, que lo siguen afirmando, sin tener la más mínima idea de los pros y contras de ese acuerdo, las mueve una ideología férrea, un fundamentalismo alarmante.