Las monedas virtuales tipo Bitcoin se vienen, de eso no hay duda (al menos yo no las tengo, y The Economist tampoco). Para los que no estan al tanto de lo que se trata, son monedas basadas en criptografía, donde no hay un banco central emisor. Hay una base de datos que mantiene un registro de todos los bitcoins, desde su creación hasta la fecha de hoy, y hay un protocolo establecido y eficiente para transferir bitcoins con facilidad. Lo interesante es que no hay un lugar centralizado donde se guarda toda esa información, sino que está distribuida en miles de servidores, de los «mineros» de bitcoins. A diferencia de las monedas tradicionales, no hay ningún gobierno que pueda sentire tentado de imprimir bitcoins para financiar déficits, de modo que los bitcoins no pierden valor (de hecho es al revés, vienen subiendo).
Los bitcoins son más o menos anónimos. Digo más o menos, porque el dueño de cada bitcoin está identificado mediante una dirección (llamada clave pública). Esa dirección es anónima, pero no tengo dudas que la NSA y sus contrapartes tienen muy claro cuales billeteras pertenecen a los chicos malos, y cuales no.
El problema de los bitcoins (y de las otras monedas virtuales) es que los bancos centrales y reguladores del mundo no saben bien qué hacer con ellas. Desde el punto de vista legal, son monedas? O son instrumentos financieros (como una acción)? O tal vez algo más parecido al oro? Qué limitaciones debe haber sobre el movimiento de bitcoins? Los bitcoins se han hecho mal nombre porque son la moneda de todo lo prohibido (como The Silk Road). Sin embargo, la verdadera moneda de todo lo prohibido es el efectivo, y ese sí es irrastreable. Claro que los gobiernos ganan con el efectivo (lo que los economistas llaman Señoraje) y pueden ver al bitcoin como una competencia desleal.
Antes o después, los gobiernos no van a tener más remedio que aceptar y regular las monedas virtuales. Desde estas páginas hemos lanzado varias propuestas y campañas, como la propuesta de la fibra en el año 2008 y algunas algo más locas. Ahora, a instancias de la gente de BTCGlobal, lanzamos una nueva iniciativa: Que Uruguay sea el primer país en aceptar y regular los bitcoins. La idea es hacer una regulación seria, que permita que cualquier persona vaya a un cambio y compre o venda bitcoins, y que los bancos puedan abrir cuentas denominadas en bitcoin.
Obviamente que habrá que cumplir con las normas internacionales contra el lavado de activos, de la misma manera que se hace (o debería hacer) con los dólares, euros o cualquier moneda. Esto es técnicamente posible, mucho más que para el cash.
Un paso de este tipo nos pondría a la vanguardia de la tecnología, además de convertirnos en el primer lugar del mundo donde sería 100% legal comprar marihuana con bitcoins.