Los expertos en fotografía digital sostienen que no tiene sentido tener una cámara portátil con más de 4 megapixels. Pasado ese punto, la óptica de las cámaras portátiles simplemente no agrega calidad. El único efecto es que las fotos se vuelven pesadas. Para que tenga sentido superar los 4 megapixels, haría falta una lente más grande, del tipo de las cámaras SLR.
Sin embargo, los fabricantes siguen sacando cámaras con cada vez más megapixels, y los usuarios las seguimos comprando. «Mi celular tiene 5 megapixels»; «Y qué, mi cámara tiene 7 megapixels»; «La de mi marido tiene 10 megapixels». Parece una comparativa de hombría.
Es una tendencia a la que no tiene sentido resistirse. Durante bastante tiempo los fabricantes de computadoras trataron de explicarle a los usuarios que los megahertz de una computadora son sólo un factor en la velocidad de la máquina. Es más importante la velocidad del disco, de la memoria, el bus, etc. «Sí, sí, pero dame la de 2.6 giga» decían los usuarios. Recién ahora con el surgimiento de los multi-core, cambió la tendencia.
Cuál es la conclusión para emprendedores? Si a la gente le gusta medir megapixels, dales megapixels. Va a ser difícil hacer titulares con la calidad de una máquina, pero sacá una con 100 megapixels y vas a estar en la tapa de las revistas y en la boca de los vendedores.
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