Dicen que hay tres tipos de mentiras: las mentiritas, las mentirotas, y las estadísticas. A veces le pifian a propósito, otras por error, como cuando Standard and Poors le bajó la califiación crediticia a EEUU, basado, entre otras cosas, en un error de U$S 3:000.000.000.000. Cualquiera puede equivocarse, no? Resulta que el gobiernos de EEUU también se manda algún que otro pifie.
El instituto de estadísticas de EEUU (BEA) publicó en enero del 2009 que la economía americana se contrajo en Q4 del 2008 en un 3.8%. En fenrero de ese año, corrigieron la cifra, a una caída del 6.2%. En marzo la volvieron a ajustar, en julio del 2009 la ajustaron nuevamente, en julio del 2010 otra vez, y en julio del 2011, otra vez más. El número ahora es una caída del 8.9%, más del doble del original, y rozando el nivelde Depresión. La diferencia en el PBI en un caso y el otro es de más o menos U$S 1:000.000.000.000.
Todo esto nos lleva a pensar que los números estos son papas fritas. Cuando la economía era producir trigo, latas, autos y casas, era fácil medir el PBI. Contas cuantas toneladas o unidades de cada cosa se producen y lo comparas con el año anterior. Si querés sacar número rápido, contas cuantos contenedores se mueven en el puerto, cuantas cajas de cartón se producen, o cuanta electricidad se consume, y todo eso te da buenas aproximaciones.
En una economía de servicios, el significado del PBI ya no es tan claro, y menos la manera de medirlo. Como medis en el crecimiento del PBI los derivados financieros? O la aparición del iPad? Según la economía tradicional, si la gente transfiere el doble de gigabytes que el año pasado, el PBI del sector se duplicó. Eso significa que en los últimos 10 años el PBI de las telecomunicaciones se multiplicó por 1000?
Hay algo muy de base podrido en el fondo de todo esto. Mientras tanto, tal vez lo mejor sea empezar a medir la economía en papas fritas. O en Big Macs.

