Hace 9 meses escribí un post sobre lo que pasaría si Grecia quisiera salir del Euro. Mirado desde hoy, la situación es casi igual, sólo que más tangible. El verbo «dracmatizar», que en ese momento no parecía existir, ya casi forma parte del diccionario. La corrida en España ya es un hecho (la retracción de Varsavsky de su recomendación de sacar fondos de ese país lo dice todo).
Lo que está totalmente claro es que la necesidad de Grecia, España y Portugal de una moneda más débil es incompatible con la fobia alemana a la inflación. Es imposible vivir con un 24% de desempleo. O Alemania cede, inyectando Euros en cantidades industriales, o España se va a tener que ir del Euro.
Hace un mes y pico, hubo un concurso sobre ideas de cómo deshacer el Euro con un mínimo de caos. Una de las ideas me pareció muy interesante: Crear una segunda moneda, una especie de Euro B, que conviva con el Euro A. Quien tiene 100 Euros, se los cambian por, digamos, 50 Euros A y 50 Euros B. El Euro A sigue fuerte, y el Euro B se va debilitando. Los gobiernos endeudados empiezan a pagar en Euro B (emitidos por el BCE). Al cambio de algún tiempo, en países como España, la mayor parte del circulante va a ser el Euro B, mientras que en Alemania será el Euro A.
Parece interesante. De todos modos, al igual que todo en economía, los argentinos ya lo probaron, y hasta de forma extrema: durante la crisis se emitieron pseudo-monedas en cantidad: Patacones, Lecop, etc.
> Los gobiernos endeudados empiezan a pagar en Euro B (emitidos por el BCE)
No veo la legalidad de esto, ni cómo los deudores van a aceptarlo sin iniciar una demanda. Si yo presto en determinada moneda, con expectativas de cierta inflación o deflación, exijo determinado interés.
Y al revés que en la pesificación Argentina (por ejemplo), aquí los deudores no están bajo el control del gobierno/ECB.
A mi entender, no es más que un default gradual.
Cualquier salida del Euro es un default, y los juicios van a continuar durante décadas.
Como dice mi padre: En Economía lo único que hay que pagar siempre, son las consecuencias.
> Cualquier salida del Euro es un default, y los juicios van a continuar durante décadas.
Discrepo. Un default es una decisión unilateral de no cumplir con las obligaciones acordadas en la emisión de deuda.
Bien podés pasar al dracma, y seguir pagando los cupones y principal de cada bono en Euros, manteniendo tus obligaciones.
También podés pedir una redefinición acordada de los tiempos y condiciones de los préstamos, a la Plan Brady, o al estilo Uruguay 2002. Si es aceptado de forma conjunta, no es un default… al menos ‘formal’.
Mi crítica al plan original es que no es más que un default encubierto, con el agravante que se involucra al ECB y al todo proyecto Europa en el mismo, en lugar de dejar que caiga sólo Grecia.
Recuerden que al fin y al cabo las monedas no existen, es solo papel impreso 🙂 o chapitas
Fantástico el post. Me hace acordar a las sabias palabras de Alfredo Casero en TEDxRosario: «Los Argentinos estamos adelantados 10 años» (ver
http://goo.gl/ugEjy minuto 4, 10 segundos).
Podría sonar muy soberbio, sino fuera porque es tremendamente triste.