Algunos sectores del gobierno estan pidiendo subir el IRAE del 25% al 30%. Quiero aportar dos granitos de arena al respecto. Primero que nada, el impuesto a las ganancias en Uruguay no es del 25%, ya que está también el impuesto a los dividendos. Una empresa que distribuya todo lo que gana, paga hoy un 30.25% de impuestos.
Segundo es el espantoso impuesto al patrimonio, que para las empresas es del 1.5% de los activos. Cuanto representa eso? Si miramos una tabla publicada hace un tiempo por CNN sobre el retornos sobre activos, vemos que ellos varían entre 3% y 10% para la mayor parte de las empresas (dejando de lado por ejemplo a las aerolíneas con un -2.3%). Tomemos como ejemplo al de mitad de la tabla, vidrio y materiales de construcción, con 4.2% de ROA.
Una empresa de ese rubro con un capital de USD 100.000.000, gana en promedio 4.2 millones. En Uruguay, debe pagar 1.5 millones de impuesto al patrimonio, dejandole 2.7 millones de ganancia. Luego paga USD 675.000 de impuesto a la renta, y 141750 de impuesto a los dividendos. Si sumamos los tres, tenemos un 55% de impuestos.
Por supuesto que se puede bajar el IP, por ejemplo tomando créditos. El problema es que las empresas uruguayas pagan el crédito mucho más caro que sus pares de EEUU o Europa.
Los lectores podrán preguntarse cómo es posible que hayan empresas con semejante carga impositiva? La respuesta es que tenemos pocas empresas con grandes inversiones (y por ende activos), y que las empresas que venden al mercado local terminan trasladando esa carga al precio.
En resumen, mi propuesta: si quieren suban el IRAE, pero eliminen ese monstruoso impuesto llamada Impuesto al Patrimonio. Dicho sea de paso, la reducción del IP al 0.1% estaba en la reforma fiscal original.
No soy un especialista impositivo pero en algunos países se toma el impuesto al patrimonio como pago a cuenta de ganancias, de un argentino con intención de emprender,
Muy bueno el blog
Rober
No es el caso de Uruguay lamentablemente
Todo eso funciona cuando los balances no están maquillados, lo que ayuda a que funcionen las empresas uruguayas.
La verdad que es una parva de impuestos y el impuesto al patrimonio debería sacarse.
En realidad el tema de la tasa del IRAE y el impuesto que luego se cobra a la distribución de dividendos, es una opción que premia a algunas empresas y castiga a otras: las empresas que no son sociedades (que tienen un único dueño, que comunmente en Uruguay se llaman unipersonales) no pagan el impuesto a la distribución, porque se considera que no existe «distribución» sino hay sociedad.
También en el caso de sociedades personales, si los ingresos de la empresa no superaron los 4 millones de Unidades Indexadas (aprox. 500 mil dólares) tampoco les alcanza el impuesto al distribuir.
El Impuesto al Patrimonio estaba pensado que se eliminara gradualmente, pero algunos quieren dejarlo como control cruzado con otros impuestos y, como todo impuesto, implica una fuente de recursos, como tal díficil de renunciar porque siempre hay reclamos de mayores recursos de muchos sectores.
El problema de si los impuestos son muchos o pocos depende de medidos en función de qué: qué servicios recibe la sociedad a cambio de ellos ? que parte se pierde en ineficiencia burocrática (por ej. oficinas de Primaria) y qué parte llega directamente (por ej. a una escuela) ? qué sectores trasladan los impuestos a los precios y cuáles los absorben de sus márgenes y/o de los salarios de los trabajadores ? qué empresas pagan sus impuestos y cuáles se amparan en exoneraciones ?
De acuerdo con tu planteo, Alvaro. Lo ideal es tener un sistema impositivo sencillo, y la reforma tributaria iba hacia eso. Ahora, cada año que pasa lo complejizamos más. Y el IP, difícilmente se pueda llamar testigo a los porcentajes actuales.